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domingo, 10 de agosto de 2008

lenguajear

Te escuchaba atentamente
Te miraba con ojos tapatíos

Tus labios se conmovían al ritmo
De la melancolía del sol ardiente

Tu rostro cambia de simetría
Según el ímpetu de tus dichos

Tú apariencia se llena del atardecer
Sobre tu morfología se desliza el crepúsculo

Mi cuerpo acechándote
Mi olor cardo de hernista olvidado
Se mezclo con el tuyo

Lo nuestro sabe a lo tuyo

Las tapias ya se colorean
Con las melodías
De los armónicos del estío

Mis afectivos te auscultan
Con ese silencio sombrío

Mis oídos te escuchan
la melodía de los ensueños
sobre los mil sentidos

por eso que tus labios se callan
Para dar paso a lo mío